¿Qué y cuál es una relación “Gaslighting”?
En teoría cualquier tipo de interacción puede ser “Gaslighting”, ya sea de noviazgo, matrimonial, padres e hijos, de trabajo, amistad…
En realidad, lo que se requiere es la combinación de ciertas características. En este tipo de relaciones los roles son: víctima y victimario. Las características de la víctima requieren de cierta disonancia cognitiva y en el caso del victimario esté necesariamente contará al menos con rasgos sicópatas y narcisistas.
Funciona de la siguiente manera, el victimario ejerce un dominio psicológico sobre la víctima quien mediante la manipulación psicológica, sutil y silenciosa de manera encubierta de modo que el abuso emocional resultante no sea abiertamente abusivo, y esto mediante a la disonancia cognitiva que permite se le implante una sombra que le genera duda, haciéndole cuestionar su propia memoria, percepción o juicio, lo que genera cambios, incluido el bajo nivel de autoestima.
Mediante la negación, la mala dirección, la contradicción y la información errónea, se logra desestabilizar a la víctima y deslegitimar no solo su memoria y juicio, sino inclusive sus propias creencias. Las intervenciones van desde la negación del victimario, de hechos ocurridos, es decir de incidentes abusivos previos, hasta la escenificación de eventos con la intención de desorientar a la víctima.
Este tipo de dominación relacional depende del convencimiento de la víctima de que su pensamiento está distorsionado y, después igualmente de convencerlo de que las ideas del victimario son correctas y verdaderas».
Es importante resaltar que la disonancia cognitiva tiene una alta carga emocional, lo que permite que la víctima cuestione sus propias pruebas de pensamiento, percepción y realidad, y por lo tanto tiende a provocar en ellas una baja autoestima e ideas y efectos perturbadores, y puede facilitar el desarrollo de confusión, ansiedad, depresión y, en algunos casos, incluso psicosis.
Una vez que la víctima pierde la confianza en sus capacidades mentales y desarrolla una sensación de impotencia aprendida, se vuelven más susceptibles al control del victimario.
«El objetivo es lograr el control interpersonal y social sobre el funcionamiento psíquico del Otro»